la cita de ayer

Ayer me reencontré con la ciudad, a lo Carrie Bradshaw, ayer tuve una cita con… (ojalá hubiera sido NYC). Salí del trabajo mirando un cielo nebuloso, que arropa a cada edificio por igual y por separado, me despedí de Fangfei en la esquina de Blasco de Garay con Alberto Aguuilera, la intuición me llevó a la plaza de los cubos a buscra las carteleras del rincón del cine por excelencia, llegaba tarde a todas ya volveré un día para ver la de Lars von Trier, Y seguimos, espero el semáforo, pasa un clio con matrícula de Barcelona con tres jóvenes sonrientes en su interior, mirando al cielo y sujetando las cajas de cartón que apoyaban en sus rodillas. Me introduzco en una calle nueva que nunca había recorrido, la calle de Leganitos, asiáticos modernos, me acuerdo de Juan tiendas de guitarras intercambio de música, Costanilla de los Ángeles me acuerdo de Anamari, tules, telas, gasas, plumas, todo para bailarinas…Santo Domingo, Ópera, Arenal, plaza Mayor, Tirso, Lidl (m&ms falsos), Antón Martín Cine Dore ponen M.A.S.H., se me derriten los m&ms en el vaquero, hasta al señor de mi lado se le escapan las carcajadas, me ha llamado Nando, que si voy hay cena para cinco. Sol, Gran Vía, Tribunal, Bilbao, Iglesia, Rios Rosas, Cuatro Caminos, Alvarado, Estrecho… Madrid siempre es un placer…

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te espero en la cama

Sylbia Plachy
(1980)

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¿eso es la vida? ¿eso es vivirla?

La vida está para vivirla
eso lo dice quien ha vivido ya tres ciclos vitales

¿y qué es vivir?
pelotera pregunta
para un momento pelotudo

vivirla, la vida
pues... es lo que hago yo y lo que haces tú
lo que hacemos nosotros
Despertarte a las nueve de la mañana
para sair a las seis
y pasarte el día buscando promociones

más allá de los amigos
de las noches que no duermo
porque estoy entretenida
más allá del sol en la cara
la risa infinita
mi solitaria presencia

más allá de la anodina historia
que me cuento cada día

qeué hay qué me queda
qué malgasto qué aprovecho
qué busco qué toco que existe
qué pierdo

qué saboreo qué encuentro
qué vino qué hostia
qué le queda al girasol
sin pipas ni hojas
qué le queda a la vida
si le quito la apariencia
el interface os horarios
las rutinas las tres comidas
el día la imprecisión calculada
la droga engañosa el envoltorio
el lazo
el veneno

eso es la vida
eso es vivirla

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No hay amor cualquiera

Cualquiera que cualquierice el amor se equivocará cualquerizando los besos que nunca son de cualquiera. Cualquiera puedo ser yo o puedes ser tú o puede ser el cualquiera que acecha en cualquier corazón o cozarón o ronzaco o zaconro.
Como anomalías predeterminadas nos enamoramos. Enamorados con o sin amor. Enamorados con o sin intención premeditación o alevoseica inclinación.
Sin amor cualquiera me equivoco al soñar que quería yo uno de esos sin locura, sin obsesión o perturbada desazón de amar un corazón extraño que en realidad ni se comprende ni se alcanza.
Tocar de verdad la realidad, saber que la atracción es fruto de un sentimiento razonable es la decepción de una felicidad tranquila que nos perturba por haber alcanzado lo soñado, o mejor dicho, lo que pensábamos que pretendíamos conseguir.
Pero siempre hemos de estar locos aún encerrados en paz y cordura
Ceñirnos a la tranquila satisfacción.
Impedirnos ser del todo felices
Aguantar en el limbo de lo abstracto
Cuando lo tangible es permanecer a tu lado
Descubrir que ser felices no es ser felices
Que ser felices es olvidadizo
Que ser felices es no darnos cuenta de que somos felices
De que ser felices es buscar excusas para ser infelices

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Porque yo soy una hortera

Todo vuelve y por supuesto todo el mundo aprovecha su momento para volver, sobre todo si te conservas tan bien como Miguel Bosé que nunca se fue, para mi siempre estuvo viniendo... si don diablo se escapa yo siempre te amaré porque son amigos mire usté...desde el disco hasta sus caderas...porque ay, Miguel cuando pienso en ti me acuerdo de cuánto me gusta ser hortera, moña, ñoña, me encanta contar hasta diez y dejar que me hagan café...

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Mis cinco vicisitudes

Nacho ya que ya no me das la tabarra por las tardes te haré caso con tu jueguecito... cinco vicisitudes que no son más que cinco cosas que me han ocurrido que no son más que cinco cosas que he hecho en la vida, pues ahí van:
una_ he amado hasta el fondo de mis entrañas
dos_ he cogido una caja de madera de esas de frutas la he llenado de arena me he metido en el mar (¿a las 4 de la mañana?) la he dejado caer en algún sitio, he salido del mar y me he vuelto a meter a buscarla así una y otra y otra y otra vez...
tres_ he pescado truchas en el río
cuatro_he llorado en silencio rodeada de gente...
cinco_he reído hasta la médula en incontables ocasiones... vicisitud esta última incomparable irrepetible innumerable incondicinal esta tarde ayer y mañana simpre espero seguir riéndome hasta el fin de mis días...

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Hoy es el día...

Es una celebración, un manto de lamentaciones, la fiesta de la regla, el día de la marmota, exaltación del coño (qué bruta eres Rebeca), la alegría de poder estar ocho horas pegada a un ordenador, que me paguen poco más de lo que pago de alquiler, recordar que existimos desde siempre, las dos equis, la hache, la efe, la eme, la madre que me parió (que también vale), la que la parió a ella (que está de capa caída, de geriátrico por montera). Será culpa de Eva (no la de Hitler), de las tetas, Madame Bovary, Pilar Miró, Isabel II, Inés del Alma Mía, Nefertitis, Cleopatra, Sherezade, De la vega, Ana Ponce, Jeanne Hébuterne, El animal más bello del mundo, Bette Davis, Katherine Hepburn, AR, Raquel (la madre de Mafalda), el útero, la mala leche, la sensibilidad que se convierte en poder amedrentado, la tendencia equívovca de mandar como un hombre, el maquillaje, los tacones, la madre que los parió, la playboy, Sharon Stone, Hillary Clinton, la ablación, la burca, mis bragas, la fiesta morada, el día de la lavadora la pones tú (tengo que destender la ropa), hazme hoy un poquito el amor, deja de mirarme el culo, el sexo débil, las chicas lloran, las nubes se levantan, pon un poco de barro a esa pelea, es que la pobre no da para más, soy mujer pero no tengo ocho brazos, qué bonito, qué bien me siento, dame una onza de chocolate, con las manos en la masa, niña, nena, piba, pollita, pava, morena, rubia, depílate le bigote, Como agua para chocolate, Tomates verde fritos, La fuerza del cariño, Tootsi. Es una hipocresía, un lacito morado, una chorrada como otra cualquiera, una necesaria reivindicación de la putada de ser mujer, una honrosa satisfacción de cualidades innatas… Yo qué sé, sea lo que sea, aquí estamos jodidas pero contentas.

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¿De dónde eres?

Yo que siempre fui una habitante del mundo. Que siempre me gusto inventarme que no era de ningún sitio (¿por miedo a pertenecer y quedarme? No lo sé). El caso es que después de tanto aprenderme mi papel de viajera sedentaria me doy cuenta sin querer de que me toca ser de Elche… Elche (Alicante) porque más allá de nuestra dama y las casualidades nadie ha de saber dónde coño está Elche. Y esto de ser de un sitio acarrea las consecuencias de tener que defenderlo –hasta lo defendible, claro-.
Entonces cuando estás fuera te das cuenta de lo mal que suena el “arroz con costra”, que por muy bueno que esté, visualizarlo sin conocerlo es todo un peligro. De que el Misteri es el más alto icono del travestismo por muy sacro que sea. De que eres provinciana pueblerina, cosa que ya sabía, y de que por mucho que te lo vendan vives en un sitio sin playa.
Yo que no tengo ni primos ni abuelo en mi pueblo, que la de la pollería no es la cuñada del hermano de mi abuelo, ni fue mi tataratatarabuelo el agricultor que encontró la dama, soy la que ha comido pipas en la Glorieta, ido a la feria en San Antón, jugado en el Elche B.C., me ha malacostumbrado a desayudar durante tres horas e ir de compras a Alicante. Yo que nunca he sido de Elche voy a Fitur y me llevo 13 carteles del palmeral.
Menos mal mis padres con de Burgos.

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