Este tren empieza ya a rodar, echaremos carbón a las máquinas. Lentamente dejaremos que la velocidad llegue. Y esto me recuerda a los trenes que cojo cada fin de semana. Les estoy empezando a coger cariño, fíjate tú… Aprecias el valor del tiempo y todo eso, pero sinceramente ruego que aumenten sus servicios. Que el cercanías Alicante-Murcia no puede circular sólo cada dos horas los fines de semana. Y encima ser más caro. Que no. Y lo digo aquí sí, en un lugar inútil pero cómodo. Lanzo un grito al silencio. Siento que es una mala costumbre española.

Como nos describía Larra en Vuelva usted mañana otra mala costumbre que se nos achaca en la generalidad (esa forma demagógica de hablar) es la de dejar para mañana lo que debemos hacer hoy. La que yo digo es la de mandar sentados y quejarnos sin movernos. Esa forma tan fácil de cambiar el mundo.

Yo debo ser muy de mi tierra y muy general también porque cumplo toda la mala fama de una autóctona invitada, una local que le gusta ser extranjera. Quince días tarde comienzo por fin mi blog y me quejo aquí tumbada de los horarios de otros.