República Dominicana, miscelánea de pasiones. Cuando como a los caballos nos acotan los límites del horizonte y la realidad se convierte en la voz más fuerte.
Cuando el clima condiciona un estilo de vida sin tiempo ni live motive ni ambición más allá del pasado mañana.
Cuando aprovechar el instante significa la satisfacción de las necesidades más primarias llevadas al hedonismo más escandaloso.
Cuando los hombres desde diempre decidieron follar sin preguntar y atacar sin precalentar.
Cuando no nos dieron la oportunidad de dudar, rechistar o ampliar el infinito aún viviendo en una isla. Donde el mañana no importa, se disfruta má que nunca del hoy, más que ayer, más que dentro de un minuto.

Todo parece saber a lo que es... sobre todo los vicios... comer, beber, fumar. Hasta el calor es surrealista, ficticio, ilusorio.
Cómo puede haber un paraiso tan lleno de pobreza, tan lleno de busca vidas, inventores, parlanchnes, apariencias, necesidades de carencias, aquí los hombres sonríen y las mujeres agachan la cabeza.
Aquí las caderas danzan y las miradas aprietan. Aquí te entienden cuando quieren halnado la misma lengua. Somos tocayos dispuestos en escalones inventados. "Yo no os puedo engañar... sois españoles...¿y quién descubrió América?..."
Un soñador [pienso ahora]un insistente predicador de ilusiones que dio pie a millares de encantadoras almas perdidas.