[archivo] Cuando nadie dice -jesús- si estornudas cuando nadie te guarda el asiento ni se ríe de ti si tropiezas ni te escucha los silencios ni se olvida de llamarte Cuando nadie te espera cuando nadie espera nada de ti y el volver no es llegar el paso es retroceso la calzada es lenta y corta los caminos no importan y menos aun el destino Cuando el timbre no suena y el teléfono aburrido se descuida de para qué sirve las calles oscuras ya no incomodan Cuando alguien silva y no te vuelves segura de que no te reclaman el camino no importa el paso sin guía ni destino te lleva fingiendo que andas cuando en realidad deambulas Cuando hace demasiado tiempo que no escuchas tu nombre Cuando llegar a casa es quedrase hasta siempre levantarse cuesta más empezar el día es la desilusión de querer terminarlo y abrazar la noche es la fría amargura de dormir sin sueño esperar que llegue el cansancio perderse en uno mismo olvidarte como los demás se olvidaron
de que yo también existo.

3 Responses to “”

  1. # Blogger Alfonso Herrero López

    Es difícil el principio de una aventura como la que tú y otros habéis comenzado en Madrid. Lo sé por experiencia, pero merece la pena intentarlo. Mucho ánimo, ya verás como al final habrá merecido la pena. De todo se aprende, hasta de la soledad.  

  2. # Blogger Maldita_Rebeca

    gracias Alfonso... la soledad me acompaña esté donde esté, pero este fragmento es un sentimiento recogido de archivo como anuncio tímidamente al comienzo... Siemplemente lo reencontré y me ha apetecido meterlo...
    Pero muchas gracias de verdad... espero que todo te vaya bien por las tierras del sur  

  3. # Anonymous Anónimo

    Cuando nadie en el mundo sabe dónde estás... te puedes sentir la persona más libre del mundo, o la más abandonada.
    Se supone que de esto se aprende, que te curte y te hace ser fuerte: saber estar sola.
    Pero, ¿y si no es así? ¿Y si somos quienes somos gracias a los demás? A lo mejor los necesitamos, porque un ser humano por sí mismo no es nada. Si nadie te percibe... ¿alguien más, aparte de tú misma, tiene la certeza de que existes? ¿y qué pasa cuando un día empiezas a dudar de tus propias certezas?
    Por suerte, siempre aparecen desconocidos en el momento más desesperado para pasarte un brazo por encima del hombro... El ser humano no es tan malo como nos cuentan en el telediario :-)  

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