4 de enero de 2007. Cocina de mi casa. C4.30 p.m. Mi madre ayuda a recoger los cacharros de la comida a mi hermana. Yo estoy tomándome un pacharán (que acabó siendo un orujo casero de mi tía) con una pintora amiga de mi madre que se había quedado a comer. […] Mi madre –sí…porque yo soy de ciencias-, -¿cómo que de ciencias mamá, si tu estudiaste Magisterio?-. -Ya, pero a mi siempre me gustaron más las ciencias-. Mala frase para un orujo fuerte.
Hay gente que saca de ti luchas internas jamás ganadas
Hay personas seres o cosas, animalillos,
que te transpiran nostalgias, locuras, inciertos
que incluso llegas a desconocer el límite entre lo prohibido y lo ingrato
La transgresión en otras pupilas de un ser tan parecido
almacenado en la trastienda del día a día
lejos de la portería al mundo que sueles ser normalmente
Hay sonrisas que te hacen pasar una noche en el calabozo
Silencios que te hacen excavar en arenas movedizas
Hay manos que te hacen desatarte en la butaca del cine
Abrigos de amigos que te hacen respirar tan profundamente
Hay gente que existe para que nosotros podamos
existir un poco más
Hay personas seres o cosas, animalillos,
que te transpiran nostalgias, locuras, inciertos
que incluso llegas a desconocer el límite entre lo prohibido y lo ingrato
La transgresión en otras pupilas de un ser tan parecido
almacenado en la trastienda del día a día
lejos de la portería al mundo que sueles ser normalmente
Hay sonrisas que te hacen pasar una noche en el calabozo
Silencios que te hacen excavar en arenas movedizas
Hay manos que te hacen desatarte en la butaca del cine
Abrigos de amigos que te hacen respirar tan profundamente
Hay gente que existe para que nosotros podamos
existir un poco más
profundamente
Etiquetas: Personal
Qué bonita lírica en reflexión, y qué curioso el Pacharán!!!
KiSS!!
Hola.
Esta mu bien tu blog. Espero que el mio que estoy contruyendo humildemente pueda a llegar a ser como el tuyo
saludos.
Si quieres conoces a mi cachorro:
www.dogmambo.3a2.com
Por que sigamos siendo perdedores
por el sudor ante los sentimientos vetados
por las pestañas que se posan en las mejillas
por las risas antes de que te encarceles
por lo que se mueve entre las arenas
por los besos y las caricias en la fila de los mancos
por el aliento de un amigo en la madrugada
por los que existen.
¡Cómo me apetece una cerveza, un pitillo, una terrazita, unos pies encima de la silla y unos altramusos!