Jugadores de madera

Sábado por la noche. Después de un par de vinos por la Latina, una canción nos lleva al Botas. Tiene futbolín, me da igual lo demás.
Animo a mi compañero de bajo, y aquí en Madrid también pareja de futbolín. Ya habíamos entrenado. En el subsuelo de una bar detrás de la plaza Mayor machacamos a dos colegas. No pasaron por debajo porque no eran fieles a los amantes del futbolín.
Pero allá en las piscinas de Palacios de la Sierra había que cumplir y los dos pequeños [los niños, mi primo Antico y yo, todavía niños aun sacando una cabeza al resto] de rodillas todo el rato. Subidos a una caja de Kas cada uno, tocábamos poco los mandos porque o nadie quería jugar con nosotros o éramos los últimos de la lista. Entonces, cuando el Mikolápiz estaba de moda, los niños nos arrastrábamos por el suelo tras cada partida a lo ancho y a lo largo. Ahora no se cumplen las mejores normas de los juegos de niños, pasar por debajo, mantearte con piñas, vestido a la piscina…
En el Botas el futbolín es peor y de vez en cuando no te salen el doble de bolas. Pero sí hay normas, euro en la mesa para ser el siguiente, sin cambio y otra nueva para mí que aceptamos sin pensar. Dos chicas tienen el control, ganan a un par, nos toca. No son unas craks pero se defienden bien.
Yo repeleo y meto un par de goles, la cosa va mal, me pico, desde la portería siempre, veo como se escapa mi dignidad y mi dinero. Cierran el bar.
Mi compañero me dice que la música del Botas estaba de puta madre. ¿Qué música? Estábamos jugando al futbolín. La música no se escucha. Lo malo de tener un compañero es que te tienes que quedar con él.
Me acuerdo de la mejor pareja que tuve, mi amiga la Juany, rivalidad y destreza contra Jorge y Emilio en el Dum Dum (RIP) de Elche cuando nos fugábamos de historia, el pobre Vicente, o entre exámen y exámen.
El mejor equipo de madera en las piscinas, equipo compenetrado con la Juany reto para el futuro ganar a las tipas del Botas.
Juan, esta noche nos vamos a entrenar, nada de música, sólo madera contra madera.

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8 Responses to “Jugadores de madera”

  1. # Blogger Meiziu

    Ummmmm, vaya tiempos aquellos de las partidas en la bolera de Oh¡ con las primeras botellas de cerveza, y los primeros pelillos en la barba, bufff.
    En el instituto yo era mas de jugar al mentiroso con los dados ya que el bar mas cercano a mi instituto estaba a muchos kms.
    Pero tampoco era manco en los de jugar al futbolin, solo decirte que nunca llegué a pasar por debajo de la mesa, y si que hize a unos cuantos pasar por debajo de ella.
    Mi amigo Ramón Jareño era el puto amo, quien jugaba con él era imbatible y ahora va a tener un hijo jejje, como cambian los tiempos.
    Otra cosa mas que nos queda por hacer cuando nos veamos, una partidita al futbolin y una partida a las palas en la playa, no se me olvida :P.
    Bueno Rebe, que me has hecho retroceder en el tiempo unos cuantos (muchos) años y has hecho que me acuerde de otros tiempos para mí mucho mejores.  

  2. # Blogger Juan Máiquez

    A mí no se me caen los anillos por pasar por debajo de la mesa... Pero es que estaban poniendo una canción de los Black Crowes! De todas maneras, te doy permiso para que te busques una pareja mejor... Lo mío nunca fue el futbolín! Ahora, todo es entrenamiento... ;)  

  3. # Blogger Maldita_Rebeca

    yo soy fiel, Juan... En las parejas de juego...  

  4. # Blogger folabe

    Mucho ocio, mucho rock, mucha cerveza. A este paso Madrid se os queda pequeña, "infieles".  

  5. # Blogger Sergio M. Mahugo

    7-0 se pasa por debajo. Y no vale pase, ni banda. Pero me gustan los futbolines de hierro, no los de muñecos de madera, como el de la foto.

    La última vez que pasé por debajo de un futbolín fue no hace mucho; en el patio, enfrente de la cantina de Pedro, habían puesto un futbolín por S.Pablo.  

  6. # Blogger Maldita_Rebeca

    no me jodas Sergio... aqui se llama sin media y sin chunga... tus boloas ya no cuelan y menos si escondes tu cara de pícaro mentiroso  

  7. # Anonymous Anónimo

    Como me acordé de tí el sábado por la noche cuando estaba por tierras valencianas... En un arrebato impregnado de alcohol, rememoramos aquellas partidas de futbolín de años pasados. Te pongo en situación; Laurica, Carlos, Juany, Damián, Milo y yo...Una de la mañana en Valencia, salimos de un antro en el que nos dieron cena por 4 euros ( el menú incluyó uno de esos vinos de la casa, de esos peleones, ya sabes...)Nos disponíamos a tomarnos la primera copa en un pafeto cuando de repente la Juany dijo;
    - Hay un futbolín en el fondo....
    Nos miramos los seis, y no nos faltó poner cara de pocos amigos a los tipos q tenian raptado el futbolin para que terminaran la partida y nos lo cedieran...
    Y así estuvimos, jugando no se cuantas mil partidas, pensando, que en cada una de ellas los reflejos iban escondiendose dejando paso a un par de rones bien cargaditos... Juany, tu platónica pareja de competición, dejó pasmado a todo el local cuando de repente le daban esas venas macarras y dejaba a veinte centímetros del suelo las patas del futbolin...(con lo poquica cosa que es y la fuerza q tiene la cabrona...). Prometo entrenarme hasta que vuelvas para hacer un par de competiciones mientras nos tomamos unos rones....

    Se hace difícil el no abrirte la puerta de mi casa y verte con una botella de cerveza bajo el brazo para brindar con copas de conversaciones...  

  8. # Anonymous Anónimo

    Alguien sabe de algún local en Madrid que tenga un futbolin de metal?? ya sé que aquí se juega en el F3 de madera pero, con lo grande que es esto no me creo que no haya ni uno solo de los otros en toda la ciudad.  

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