Yo que siempre fui una habitante del mundo. Que siempre me gusto inventarme que no era de ningún sitio (¿por miedo a pertenecer y quedarme? No lo sé). El caso es que después de tanto aprenderme mi papel de viajera sedentaria me doy cuenta sin querer de que me toca ser de Elche… Elche (Alicante) porque más allá de nuestra dama y las casualidades nadie ha de saber dónde coño está Elche. Y esto de ser de un sitio acarrea las consecuencias de tener que defenderlo –hasta lo defendible, claro-.Entonces cuando estás fuera te das cuenta de lo mal que suena el “arroz con costra”, que por muy bueno que esté, visualizarlo sin conocerlo es todo un peligro. De que el Misteri es el más alto icono del travestismo por muy sacro que sea. De que eres provinciana pueblerina, cosa que ya sabía, y de que por mucho que te lo vendan vives en un sitio sin playa.
Yo que no tengo ni primos ni abuelo en mi pueblo, que la de la pollería no es la cuñada del hermano de mi abuelo, ni fue mi tataratatarabuelo el agricultor que encontró la dama, soy la que ha comido pipas en la Glorieta, ido a la feria en San Antón, jugado en el Elche B.C., me ha malacostumbrado a desayudar durante tres horas e ir de compras a Alicante. Yo que nunca he sido de Elche voy a Fitur y me llevo 13 carteles del palmeral.
Menos mal mis padres con de Burgos.
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Ahora que debería estar viendo el fútbol como cualquier españolito de a pie, abro el correo, y me detengo…me detienes…y me obligas a escribirte. En tus palabras leo un pasado no muy lejano, mi ansia, mi inquietud, mi inteligencia y mi hipocondríaco espíritu bohemio, que agoniza por no diluirse.
Me has parado, rebeca, en este monitor enorme que me he comprado - veo correr las letras como cucarachas, del mismo tamaño no creas, - mientras te admiro, te leo y me reflejo.
Sabes que hace tiempo que dije, -creo que te dije-, porque lo dijo Leonardo, ese del que todo el mundo ahora quiere saber, el mismo, que “la observación es el principio de todo conocimiento”, y te estoy conociendo.
Me gusta lo que dices, y lo que es mejor, me gusta como lo dices.
Pdta.: sigue así, evolucionando, lo conseguirás estoy seguro.
Pues viva Elche!!!yo echo de menos a los amigos, a esas calles que me hicieron madurar, a aquellos rincones que me hicieron crecer. Echo de menos sus palmeras, su ambiente, su luz, su cielo, su Dama, su gente, su alma.
Conque provinciana y pueblerina, ¿no?. ¿Entonces yo que soy? ¿Un aldeano? Ja,ja. En cualquier caso uno siempre echa de menos su tierra, especialmente yo, que -no sé por qué- estoy muy atado a mi pueblo, aunque sea una mierda.
Me encanta Madrid, pero siempre tengo la sensación de que me falta algo si no estoy en Onil. Será por los amigos, la Peña Chispera, digo yo.
Un besico Rebe.
Llegado a este blog por mor de los vientos favorables de la blogosfera, encallado en este blog debería decir, leo esta entrada y me siento identificado como extranjero en todas partes pero un poco menos en donde he nacido (sin ningún mérito por mi parte).
En fin, estoy más de acuerdo con lo que expone Rebeca qe Marichechu. Ademas Elche no tiene playas, digamos qe se las han agenciado por el morro. Lo unico weno qe tiene, qe ademas es universal y patrimonio de la Humanidad, es su Arroz con Costra: Insuperable el Huevo qe se pone como tapon, a ese arroz humeante qe luego se deshace en tu boca...ahsssssss.mmmmmmmmmmmmmm
El aeropuerto es de Alicante, por favor, vale ya de colonizar lugares por el morro
esta discuconversación me quiere sonar...besos locos que estáis fatal como siempre... si vienes a verme Nacho te puedes traer a la pollo para llevarla a la playa de Madrid
Ahora en la playa de lavapies, aqui en la caleta del centro, ha saltao "el levante"...y hay una marejada de cojones...Pero las pateras siguen llegando.